Acerca del Futuro del Periódico

La industria venía atravesando tiempos muy delicados –especialmente en occidente– pero ahora el panorama se tornó en grave debido a la irrupción de la reciente crisis financiera global. Sobre ello no tiene sentido hacer comentario alguno, pues las noticias diarias son bastante elocuentes de los procesos de ajustes –algunos de ellos muy traumáticos– que los periódicos de pago y gratuitos se ven urgidos en realizar. Sin embargo, el momento no deja de ser oportuno para que el periódico pase a reformular una nueva estrategia del negocio, previa adecuación de la misión y la visión a la cual se espera alcanzar, en el largo plazo. Bien vale para esta situación la metáfora de “barajar y dar de nuevo”.

Pero lo que uno viene observando, a la luz de las medidas que han tomado los principales periódicos de Europa y los Estados Unidos, tiene que ver más con la auto-subsistencia, es decir, una drástica reducción de gastos, a todo nivel. Pero,...¿esta variable no ha estado bajo control de manera rutinaria? Cuando uno observa que un periódico –cualquiera sea su tamaño– realiza una significativa reducción de puestos de trabajo, ello induce a pensar que en la época de bonanza el indicador de productividad no tenía un rol clave, posiblemente porque como los números cerraban, nadie le prestaba demasiada atención.

Desde ya que ahora no es el momento para hacer foco en lo que se dejó de hacer. Más interesante es poder sumar algunas propuestas de solución.

La primera de ella parte del cambio de actitud.
¿Por qué? Porque hoy se necesita tener la suficiente claridad mental para fijar el horizonte, de mediano y largo plazo, al cual el negocio del periódico aspira reposicionarse. Ello implica comenzar desde cero. Al respecto, sería un grave error continuar forzando la realidad haciendo más de lo mismo, porque se estaría faltando el respeto a la organización misma y también omitiendo, una vez más, a la comunidad de no lectores jóvenes adultos que han preferido autoexcluirse del periódico tradicional por la sencilla razón de considerarlo que no está a la altura de sus prioridades; existen investigaciones que avalan esta afirmación.

La segunda propuesta tiene que ver con los talentos del personal que estará a cargo de gestionar el cambio.
Si bien el CEO será el líder natural y responsable máximo del nuevo reposicionamiento, para llevarlo a cabo es evidente que necesitará, a partir de la nueva estrategia, del personal adecuado. ¿Realmente su periódico hoy cuenta con el perfil de ejecutivos que saben el qué, el para qué y el cómo llevar adelante la nueva reformulación del negocio? Si lo nuevo que se desee hacer partirá del clásico “aggiornamiento” de lo ya existente –tal como muchos ya lo han realizado en otras oportunidades– lamentablemente el periódico seguirá estando en problemas. ¿Por qué? Porque de lo que hoy se trata es, concretamente: ¡De re-inventar el negocio! Tal como el ex CEO de GEJack Welch– lo hiciera exitosamente y en cuatro oportunidades, durante los veinte años de su gestión.

La tercera propuesta que recomiendo proviene de un líder de la industria del periódico: Rupert Murdoch.
Quizás es uno de los pocos innovadores que tiene la industria. Nadie estará en desacuerdo que se trata de un ser que permanentemente está visualizando el negocio con anticipación, sin caer en la trampa del día-a-día. Rupert está convencido que la industria está en tránsito del tradicional negocio del periódico de noticias al de marcas de noticias direccionadas a lectores con específicas prioridades. No se trata pues de un juego de palabras sino de un punto de vista que el periódico podrá evaluar, a partir del mejor escenario de mediano plazo que decida hoy comenzar a construir para generar y liderar y un nuevo modelo de negocio.

Hasta ahora lo que uno viene observando en el conjunto de decisiones que son noticias casi diarias, es que ningún periódico está avanzando en algo más allá que implique la mencionada reducción de gastos. Por cierto que ello no deja de ser preocupante, por dos motivos: porque muy pronto volverán a encontrarse en la necesidad de tener que hacer un nuevo ajuste –seguramente que en ese momento hasta perderán su empleo los ejecutivos que hoy postergaron la decisión de gestionar el cambio– y también estarán entonces dándole la razón a los agoreros que vienen hablando del fin del periódico impreso.

De allí mi insistencia para que esto no se convierta en una realidad. Soy plenamente consciente que el futuro del periódico hoy está, exclusivamente, en manos de aquellos líderes que asuman el presente para destruir y re-inventar el futuro del periódico, que desde hace tiempo espera la sociedad. Pero hasta ahora, no se los ve en acción.

José Podestá - Editor

domingo, 30 de noviembre de 2008