El Periodismo Ciudadano, con Creatividad, Suma Nuevos Lectores

Mientras los bloggers vienen haciendo lo suyo, generando contenidos que muchas veces nos impactan por su temática interesante y oportuna, también algunos periódicos ya han comprendido y tomado muy en serio la oportunidad y el potencial que brinda el periodismo ciudadano. Como prueba de ello bien lo valen las recientes propuestas implementadas por los periódicos Zero Hora, de Brasil, y The Washington Post en los Estados Unidos.

En el caso de Zero Hora, ellos ya venían de realizar una experiencia previa con una sección de periodismo ciudadano para adultos: el Leitor-Repórter. Entonces, ¿por qué no extender también esta propuesta hacia los futuros lectores? Por cierto que una cosa es tener el deseo de llevar a cabo tal desafío y otro muy distinto es instrumentarlo por convicción, a partir de una estrategia que permita hacerlo viable y sustentable en el tiempo. Lo cierto y concreto es que Zero Hora ya se lanzó a capitalizar el segmento de niños y preadolescentes hasta los 14 años de edad. Estos nuevos reporteros ya están generando sus contenidos en la sección ZH Criança, con bastante creatividad y entusiasmo.

Vemos pues que mediante una propuesta-solución externa el periódico puede dar cabida al segmento de jóvenes, permitiendo también que la marca extienda su horizonte más allá de su formato convencional. No porque el soporte papel no les resulte amigable a los jóvenes sino porque la propuesta de los contenidos no la sienten como algo propio, de su interés y relevante dentro de su escala de prioridades y de valor.

Mientras el periódico todavía le cuesta establecer un diálogo con el lector, vemos que la realidad se está encargando de señalar la vigencia de un nuevo mercado, en donde los jóvenes se muestran dispuestos a generar y compartir contenidos e información. Seguramente que muy pronto veremos cómo se irán segmentando, temáticamente, diferentes canales de contenidos, cada uno de ellos con reporteros que irán formateando y enriqueciendo a los mismos. Además, ¡qué buena oportunidad se vislumbra aquí también para los anunciantes!

purple states es la propuesta del Washington Post y tiene que ver, en este caso, con la política. Se trata de vídeos que se presentan en la página de apertura de la sección política del sitio. Más allá que pueda pensarse de una oportunidad temática en vísperas de la campaña presidencial, aquí lo que se busca es que el público experimente la política a los ojos de sus conciudadanos, es decir, de personas con las cuales pueden identificarse en la vida cotidiana. De allí que esta propuesta seguramente tendrá una expansión permanente.

Ambas propuestas son buenos ejemplos que no hacen más que confirmar que el proceso de fluidez de la información puede devenir en momentos en comunicación, toda vez que sea procesada y dosificada del nuevo valor que le impriman estos nuevos comunicadores sociales urbanos. De esta forma, los medios pueden así ampliar su oferta de contenidos, de la mano de periodistas ciudadanos que los une el afán de poder retribuir y servir a la comunidad a la que pertenecen y se sienten identificados.

Este cambio social –y cultural– debiera ser visto como la punta del iceberg de la actividad periodística. Tal vez no todos los profesionales comulguen con esta realidad, por múltiples y hasta muy justificadas razones. Pero lo cierto es que la comunicación de masas tampoco hoy ya tiene vigencia, como tampoco la tiene el consumo masivo. Somos, en realidad, masa individualizada y dentro de ella vienen emergiendo seres proactivos en búsqueda de trascendencia y participación. Y así como en la actividad de medios surgieron los periodistas ciudadanos, en el ámbito empresario vienen ganando espacio los denominados prosumidores, es decir, consumidores que van realizando la difusión viral de los nuevos productos, a partir de sus experiencias y emociones.

Estamos pues ante una oportunidad-desafío que no ha sido buscada por el periódico. Está allí afuera, esperando que se le abra la puerta. Incluso viene con algo que hasta ahora el periódico no cubría ni contemplaba en su agenda: la provisión y generación-entrega de contenidos complementarios que terminan sumando un nuevo valor a la marca.

Estos ejemplos, más los que usted viene observando últimamente, le dan al periodismo la oportunidad de potenciarlos con una buena dosis de creatividad. El resultado de ello seguramente que se traducirá en un beneficio previsible y para nada despreciable: la expansión de la base de lectoría. Y con algo más: la incorporación de nuevos anunciantes.

Pero para que la experiencia resulte exitosa, no deberá omitirse de estar integrada en la estrategia. De esta manera, todos los periodistas podrán tener bien en claro el objetivo de esta oportuna innovación.

José Podestá – Editor

domingo, 28 de septiembre de 2008