La crisis de los medios de comunicación tradicionales en los Estados Unidos, abre una oportunidad de análisis y por supuesto de mercado. ¿Se puede trasladar la experiencia a todos los mercados? El cambio cultural es cada día más profundo de lo que se creía. ¿Por qué comprar un periódico impreso hoy?
A veces hay combinaciones que suelen ser mortíferas. Los medios impresos en Estados Unidos no la están pasando nada bien. La masificación imparable de la red de redes, la homogenización de los enfoques informativos combinada con el constante descenso de la rentabilidad y la crisis hipotecaria que lleva a la economía más importante del mundo a las puertas de una recesión, hacen de esta mezcla un cóctel explosivo para las empresas periodísticas americanas. Pero hay un dato que resulta llamativo: en esta economía industrializada y con alto niveles de tecnificación, una amplia franja de la población con una instrucción de mediano a alto y con un importante poder de compra, formados en la cultura del papel, se está distanciando de los periódicos impresos. Y hay más, el periódico está perdiendo su seña distintiva como identidad cultural para estos sectores de la población americana, al no asumir que es un producto de distinción social o que le permite "acceder" a determinada calidad de información. No es ni validor social por reflejo y registro, ni un rasgo de su ascenso.
Los contenidos han experimentado en muchos casos una involución en su desarrollo y suman más combustible al fuego. Mucho despacho de prensa, mucho teléfono y fuentes digitales de escritorio, pero las cosas ocurren en la calle y no dentro de las redacciones, ni por correo electrónico, ni por teléfono ni mucho menos por Google Reader. Si bien las redes sociales es donde se están desarrollando los debates más intensos entre los ciudadanos, aún con su auge están en etapa de consolidación y en la búsqueda de la rentabilidad y que paradójicamente el modelo de ingresos, basado en perfiles de usuarios, está resultando invasivo y puede ser un limitante muy fuerte a futuro por el rechazo, casi masivo, que produjo la noticia de que Facebook abriría sus perfiles de usuarios para vender publicidad.
Y el mercado, como siempre, está empezando a enviar señales del cansancio en el notable desgaste que está produciéndose en los contenidos de los medios tradicionales en los Estados Unidos. El descenso de un 7% en los ingresos publicitarios en el 2007 y una caída en las ventas del 2,5% en las ediciones diarias y del 3,5% en las del fin de semana, son la alarma que está comenzando a sonar en las redacciones de los periódicos más importantes de los Estados Unidos.
Vamos a las cifras y los datos sobre las consecuencias:
The New York decidió recortar 100 puesto de trabajo sobre una redacción de un total de 1.332 periodistas. The St. Petersburg Times decidió dejar de circular, en la ciudad de Tallahassee, la capital del estado de la Florida, a causa de la continua disminución de los ingresos.The Star Tribune en la ciudad de Minneapolis decidió recortar el 3% de su fuerza laboral total. Las bajas en los ingresos, la mejora en la eficiencia tecnológica y la tercerización de trabajos son las razones de esta decisión.
¿Todo es culpa de la Internet?
The Washington Post brinda algunos datos interesantes: mientras las audiencias únicas de los periódicos digitales alcanzó los 3,6 millones de usuarios en el 2007, 6% más con respecto al 2006, y en los últimos años la cantidad de usuarios de Internet aumentó en el orden del 51%, las ediciones digitales crecieron en usuarios o visitas sólo el 24%.
La red de redes y su masificación no son el principal problema ni el enemigo de la medios tradicionales. Tal vez sea su principal aliado: The New York Times publicó, en su edición digital 2 horas antes que el gobernador de New York compareciera ante la prensa, la información sobre el escándalo que terminó con su carrera política. Es la información no el soporte lo que importa. Al otro día, si al otro día, The New York Times, edición impresa, fue el diario más referenciado en el mundo gracias a la noticia de que el alcalde de la ciudad se acostó con una prostituta. Las ventas del periódico impreso acusaron el impulso que da hacer periodismo: crecieron un 20% ese día.
La información es lo que hace relevante a un periódico, a un medio. La pertinencia, la proximidad y la propiedad (entendida en este caso como elaboración propia) es lo que debería primar a la hora de elaborar la oferta informativa en un alto porcentaje de sus páginas.
¿Qué ocurre en otros mercados con respecto a la oferta de los contenidos?
El libro Flat Earth News, del periodista Nick Davie de la división de investigación del periódico británico The Guardian, es más que preciso: Los despachos de agencia son el 69% de la información que publica The Times, el 68% en de Daily Telegraph, el 66% la del Daily Mail, el 65% de la The Independent y el 52% de la The Guardian.Sólo el 12% de las noticias que se publican en los periódicos han sido elaboradas por los redactores propios, el 8% la originalidad es dudosa y el 80% procede de agencias de noticias y empresas de relaciones públicas. No parece haber buenos argumentos para la compra de los periódicos ingleses.
La era digital abre oportunidades para la información y las marcas periodísticas relevantes que apuesten a la calidad de los contenidos. Las audiencias están más informadas (no necesariamente mejor informadas) y tienen acceso a un sin fin de información que no cabe en una página de un periódico de tamaño sábana.
La penetración social que logra Internet, aún cuando Latinoamérica no logra los niveles que se alcanzaron en los países desarrollados, permite que con una herramienta muy simple se pueda medir, de alguna manera, la valoración que hicieron los usuarios de la información que se publicó. La incorporación de lo más visto, lo más comentado o lo más votado en las ediciones digitales, es un buen termómetro informativo sobre la pertinencia de una noticia con respecto a los lectores.
Si la era de la participación ciudadana en la información se impone cada vez más como tendencia y una información fue la más leída y comentada por los lectores en la edición digital, por qué no seguir las repercusiones de esa información en la edición impresa del otro día y, al mismo tiempo, ampliar, enriquecer, contextualizar y explicar las coberturas las noticias en la edición digital. La marca es una sola, los soportes pueden ser varios.
La era digital nos puso frente a un cambio de paradigma en el cuál, en algún punto, la comunicación se volvió una conversación, es decir que la argumentación es la base de la discusión entre iguales, no hay un oráculo inmaculado, hay una horizontalización, creciente, constante e imparable de la comunicación. La información se vuelca cada vez más hacia el servicio, no hacia la moralización (o al menos eso debería ser) Se debería buscar explicar más que registrar.
Es la información, estúpido, porque al final la esencia no ha cambiado: los periódicos impresos son o deberían ser una fuente de divulgación de criterios como contrapeso de los poderes y no ser SÓLO instrumento de éste, aunque suene idílico.
El periodismo cambia, la prensa también debería hacerlo.
Rodrigo Fino es Presidente de garcía media Latinoamérica. Puede ser contactado en: rodrigofino@garcia-media.com.ar