Vuelve "EL ESPECTADOR"

En tiempos difíciles para la prensa gráfica latinoamericana –entre las amenazas políticas y las propias de la industria, enfrentando desafíos tecnológicos aún indescifrables– es una noticia saludable el regreso, en condición de diario, de uno de los pioneros colombianos: "El espectador".

En un país convulsionado por la violencia, el narcotráfico, una guerrilla delirante, las revelaciones sobre los paramilitares, el drama de los desplazados y tanto más –pero aún así, de una inmensa tradición y riqueza cultural– "El espectador" vuelve como una vivificante tribuna de opinión. Apenas un diario (El Tiempo, ahora bajo el control de una empresa española) había quedado como un medio de circulación nacional. Muy poco para uno de los países más poblados y de mayor relevancia en la región.

La propia Pilar Lozano, corresponsal de "El País" español en Madrid, escribió que "el regreso de El Espectador supone un nuevo aporte de oxígeno en un país con una prensa poco plural y que, en medio de una vergonzosa situación política, necesita una oportunidad para comparar enfoques y reflexionar".

"El Espectador" fue fundado por Fidel Cano a fines del siglo XIX y atravesó casi todas las vicisitudes que marcaron a fuego la historia colombiana. Durante la dictadura de Rojas Pinilla en los 50 fue cerrado, incendiado, bloqueado. Una década atrás le asesinaron a su propio director, Guillermo Cano, un hombre que había denunciado las vinculaciones entre el narcotráfico y las oficinas estatales. Después, el diario pasó a manos del grupo Santo Domingo, pero sus problemas no terminaron. Cuando se decidió convertirlo en semanario, en el 2001, parecía a punto de desaparecer.

Sin embargo, sus columnas de opinión le hicieron revivir. Y a partir de la fuerza que tomó "El Espectador" como espacio de reflexión, la empresa decidió apostar nuevamente a la publicación diaria. Informaron que su inversión será de 12 millones de dólares por los próximos tres años y que, entre sus columnistas, estarán escritores de la talla de un Juan Villoro o un Tomás Eloy Martínez, el español Miguel Angel Bastenier y el ex alcalde bogotano, Lucho Garzón. Opinión, análisis e investigación son los lemas para este diario que tienen la dirección de Fidel Cano, bisnieto del fundador.

Por ahora, el distrito federal bogotano, Medellín (el corazón de Antioquia), Cali (eje del Valle) y otras ciudades relevantes contarán con "El espectador", día a día. Frente a la acechanza de la violencia -sea en las rutas o en las impenetrables selvas- y frente al "bombardeo" de algunas radios de escaso nivel, pero abierta a la calidad editorial que numerosos periodistas y escritores colombianos han mostrado, es una saludable puerta más. Y un modelo para que, ante las acechanzas sobre la libertad de prensa en distintos países, se pueda comprobar la vigencia de la apuesta al verdadero periodismo.

Luis Vinker es Director Periodístico del Diario gratuito LA RAZON, Argentina.

lunes, 12 de mayo de 2008